Al
momento de “decidir” mi futuro tenía varias ideas, quería algo relacionado con
el área de las artes y a la vez con la historia, ya que son las materias que
más me apasionan, fue así que surgieron tres opciones: Licenciatura en Artes
Visuales, Arquitectura y Antropología.
Finalmente
me animé por Arquitectura, puesto que sentí que cubría los dos ámbitos que me hacían
feliz..
Desde
mi perspectiva la Arquitectura es algo
alucinante, siempre me han gustado las estructuras con algún tipo estilo
determinado los góticos, los renacentistas, los clásicos y podría seguir
escribiendo, pero por sobre todo la delizadeza del detalle.
Caminar
entre las calles del centro de Santiago conversando con alguien es un paseo delicioso..
Parece
fascinante como la visión o el pensamiento del hombre en una época determinada se
pudo plasmar en una construcción que
quiza no cumplía con todo los elementos en lo funcional o tal vez sí – mas allá
no estoy capacitada para hacer un análisis profundo – pero si en lo
ornamental la armonía que proyectaban.
Desde
el 15 de Marzo hasta hoy he aprendido una serie de cosas que antes no tenía en
mente, como por ejemplo que al momento de trazar una línea no es arbitrario, que todo,
exclusivamente todo tiene que tener su por qué desde las sombras, luces, materiales,
espacios, medidas, contexto, entre otros dentro de una construccion.
En la
primera unidad de Sombras lo que más me llamo la atención por sobre todas las
cosas, fue el poder descubir que detrás de un elemento y su respectiva sombra
se esconden estructuras virtuales imaginables, que jamás me habría dado cuenta que existían.
En esta fotografía intento plasmar lo que para mi significó el trabajo que hicimos, simplemente... encontrar un mundo ignarado por el ojo humano.